Mountain Cherry, el paraíso de las cerezas en el corazón de Aragón

Mountain Cherry, el paraíso de las cerezas en el corazón de Aragón

A continuación os mostramos la entrevista de Alberto para La Tajadera.

«Lo más importante: nuestra tierra.» Esa orgullosa y rotunda declaración de principios es el lema y la razón de ser de la familia de Alberto Pérez Millán, el actual representante de una saga cuya tradición agrícola se remonta al año 1960, cuando el abuelo Matías plantó los primeros cerezos en la finca 'La Malvarrosa'. La experiencia y el conocimiento adquirido a lo largo de tres generaciones, son los cimientos en los que se asienta la empresa Mountain Cherry, una enorme finca de más de 60 hectáreas de cerezos, que Alberto dirige actualmente junto a su padre con una filosofía de trabajo en la que aúnan la agricultura de vanguardia y el amor por la tierra, y que se concreta en el día a día con una dedicación esmerada y profesional de la que Alberto se muestra absolutamente orgulloso: «Nuestra filosofía de trabajo se materializa en el cuidado y labor de nuestros campos y el mimo de nuestros cerezos. El resultado es evidente: cerezas de primera calidad apreciadas por los paladares más exigentes. Un nivel de calidad que no defrauda las expectativas del consumidor, tanto nacional como extranjero.»

Alberto Pérez Millán nació en Olvés en 1972, su actual pareja Silvia, es de Ateca, y tiene dos hijos adolescentes que comienzan a ponerse al tanto del negocio y que garantizan la continuidad de la saga familiar cuyas instalaciones son tan famosas como espectacularmente visibles, tanto desde tierra como desde el aire: «Nuestros invernaderos están cubiertos de unas mallas rojas y amarillas que forman la bandera española más grande del mundo, lo que nos ha valido el reconocimiento del propio Rey de España, entre otros muchos.» Esas instalaciones se encuentran situadas en el piedemonte de la sierra de Pardos, en su zona de contacto con la depresión Calatayud-Daroca, en la margen izquierda del río Jiloca, dentro de la Comarca de Calatayud y sus cerezos se extienden por una enorme extensión de terreno de excelente calidad, tal y como especifica Alberto: «Nuestras tierras ocupan una superficie de 65 hectáreas dedicadas al cultivo del cerezo, a una altitud de 800 metros sobre el nivel del mar, lo que marca el carácter y la excelente calidad de nuestras cerezas.»

Miles y miles de cajas de hermosas y orondos frutos de un apetitoso color rojo oscuro atestiguan la enorme cantidad y calidad de la producción de Mountain Cherry: la cereza tardía, una cereza grande y sabrosa cuya tiempo de maduración permite alargar el período de recolección en unos terrenos perfectos para su desarrollo, tal y como resalta su propietario: «Esta zona posee unas especiales características agroclimáticas para el cultivo del cerezo, al ser una de las de mayor altura montañosa de Aragón, con una climatología continental extremada, con veranos calurosos y secos e inviernos muy fríos.» El trabajo de todo un año de esmero y cuidado del terreno y los frutales llega a su nivel máximo a principios del verano, cuando la finca se convierte en un auténtico hervidero de trabajadores: «Este año la temporada empezó el 15 de junio y durará hasta finales de julio; hoy estamos aquí 200 personas, pero tenemos picos de trabajo en los que llegamos a ser hasta 300.»

En una zona como la Sierra de Pardos, cuyos pueblos agrícolas están actualmente amenazados por la despoblación, Mountain Cherry es un motor económico y social de primer orden para los trabajadores de la comarca, tal y como detalla Alberto: «Recolectamos, clasificamos y seleccionamos el producto, manteniéndolo conservado en cámaras frigoríficas, y desde aquí se ponen directamente las cerezas en el mercado, tanto en puntos de venta nacionales: todos los mercados más importantes del país como Bilbao, Alicante, Sevilla, Madrid o Barcelona), como internacionales, fundamentalmente Portugal, Sudáfrica o Inglaterra donde abastecemos la gran cadena de supermercados Tesco.» A toda esta ingente mano de obra hay que añadir la enorme flota logística y de transporte, que también procede de la zona: «Los camiones frigoríficos son de empresas de transportes de Calatayud: Guillén y Tomé. Cargan en la finca, para que no se rompa la cadena frio, y no paran hasta entregar la fruta en destino.» En eso también impone esta emprendedora saga familiar el sello de garantía personal y su emblema familiar: «Primero, nuestra tierra»

Alberto Pérez Millán
610 242 230
E-Mail: alberto@mountaincherry.com

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